Entradas

Mostrando entradas de febrero, 2021

Demons.

 Quién necesita enemigos teniéndose a una misma?   A veces pienso que soy mi propio demonio. Que yo misma me hundo en problemas que ni siquiera existen porque soy experta en sacar el punto negativo a todo y darle cien mil vueltas hasta acabar agotada mentalmente. Desahogarme tampoco es una opción, porque suelo sentir que solo molesto al resto. Soy tan autodestructiva que a veces yo misma me he saboteado pensando que no soy suficiente, que no valgo para algo cuando realmente si era capaz de eso y mucho más. Me he alejado de personas por miedo a volver a decepcionarme, porque más vale prevenir que curar pero huyendo del dolor también te pierdes muchísimas cosas buenas. Y no quiero pararme a pensar la cantidad de experiencias maravillosas que yo misma me he negado, que no me he permitido vivir por esa maldita voz que me dice que una vez más vas a fallar en el intento.

Reproches.

 No soy una exagerada. No me gusta hacerme la víctima. De hecho suelo esconderme para llorar porque odio mostrar mi sensibilidad. Odio sentirme un estorbo para el resto, sentir que mis problemas no importan o que me digan que hay cosas peores y que mi reacción es inmadura. Porque evidentemente las hay, pero no debemos olvidar que cada persona se toma las cosas a su manera. Lo que para ti puede ser una tontería para mi puede significar días sin dormir, sin sacarmelo de la cabeza y con angustia. Y lo único que necesito cuando me siento desbordada por una situación es que me den un abrazo y me digan que todo estará bien. Así que si vas a venir a echarme en cara mi reacción ante una situación que tú no has vivido o no de la misma manera, después no te quejes de que no te cuento las cosas. No es fácil mostrar tus sentimientos cuando lo único que has recibido siempre a cambio han sido reproches.