Corazón sin alas.
Duré muchos años intentando hacer feliz a todo el mundo, al final olvidándome de mí, de mi esencia, de lo que soy y de lo que quiero ser, dejando en una brecha oscura mis motivaciones, anhelos, pensamientos y todo aquello que hace de una persona un ser único e irrepetible. Sufrí, lloré y muchas veces llegué a preguntarme el por qué no podía hacer feliz a todo el mundo, hasta que un día cansada de reprimirme a causa de lo que los demás querían que fuera, decidí levantarme y abrir mis ojos, dejar de mirar hacia lo que me rodea y mirar hacia mis adentros, comenzar a indagar y desempolvar aquellas cosas que en esa brecha oscura duraron olvidadas tantos años, y emprender una búsqueda por algo mas importante que la felicidad de los que me rodean, empecé a emprender una búsqueda por mi felicidad. En esa búsqueda que ha comenzado relativamente hace poco, he comprendido que el miedo es lo que hace de una persona “una persona del común” y también comprendí que para dejar mi mayor temor, tenía qu