Los monstruos no viven debajo de la cama,sino dentro de uno mismo.

 Y ahora que ya te has ido, el silencio es ensordecedor. Todo lo que antes llenabas de tu presencia que me hacía tan feliz ahora es solo vacío. Lo peor de todo es que no puedo evitar sentirme más que culpable, a pesar de que ninguno de los dos fuéramos perfectos. Yo no entendía tus idas y venidas y tú no entendías mi manera de expresar mis sentimientos. Quizá estaba mentalizada de que tarde o temprano te irías, como todos acaban haciendo, pero nunca se puede estar preparada para perder a quién ha significado tanto en tan poco tiempo, ni siquiera avisándote. Quise arreglar las cosas, que todo volviera a ser como antes, pero no sabía cómo y cuándo lo supe, ya era tarde. Te habías alejado, espero que temporalmente porque mi mayor miedo es que te acostumbres a estar sin mí y ya no vuelvas.

 Quién eres y qué has hecho conmigo? Ya no me reconozco a mi misma. No se quién es esta persona que hace daño a la gente que le importa, que se ha vuelto tóxica, que no controla sus sentimientos y acaba envenenando a su entorno. Siempre te quejas de que nadie te valora, pero eres tú misma la que aleja a las personas de ti en cuanto te muestran un mínimo aprecio. Por miedo a que te decepcionen quizás? Tienes tanto miedo de que te abandonen que al final acabas abandonandote a ti misma. Por no perder a personas que ni te aportan, echas a perder oportunidades que sí valen la pena. Dejarse llevar es bueno a veces pero otras no tanto. Así que más te vale controlar un poco tus impulsos, o al final acabarás perdiendo las pocas cosas que de verdad te hacen feliz.