1517 días peleando en una batalla infernal que parece no terminar nunca.
1517 días en los que una persona es capaz de acostumbrarse a
sobrellevar cualquier cosa y a dejarse llevar por la corriente porque es
más fácil que luchar contra la fuerza de arrastre de ésta. 1517 días en
los que en algún momento se es atacado por pensamientos benignos y
absorbido por sentimientos que, aunque no gusten, hacen de nosotros
quienes somos ahora (supongo que todos sufrimos…¿sentimientos, quizá
meros pensamientos? que a nadie le gustan pero que creemos necesarios
para que a veces tenga motitas o quizás enormes manchas negras, en mayor
o menor medida, este estampado rosa que muchos consideran vida). 1517
días en los que una idea se ha dedicado a echar raíces en lo más
profundo de mí porque, ya sabéis, “una idea es peor que un virus, y
cuando se inserta en la cabeza de alguien, ya no tiene posibilidad de
deshacerse de ella”. Es una idea en la mente humana la que es capaz de
construir ciudades y levantar puentes, transformar el mundo o reescribir
las normas. Sí, definitivamente son mis ideas (¿o quizá ideas
exteriores que han arraigado en mí?) las que me han llevado hasta aquí.
Pero no os confundáis, no. Hay ideas que no son ideas. O quizá sí, pero
deciden ponerse la máscara de diablo y sacarte a bailar, asegurándote
que no te pasará nada. Mentira. Es en ese momento cuando dejan de ser
algo simple para convertirse en complejas ideas que destruyen, arañan y
atacan. Que te intentan derribar y cogen la mala costumbre de morder a
su amo. No huyas. Amaéstralas. Haz que bailen a tu son. Se la pareja que
lleve el compás. Que no te chafen.
Así que mañana, el 1518 día, yo personalmente seguiré levantándome para
darlo todo en este maldito baile. Estoy segura de que hoy los monstruos
que no son más que ideas con sus respectivas máscaras se cansarán más
que ayer. Haré que se cansen.
Conseguiré que se cansen.
Al fin y al cabo, ningún baile de máscaras dura eternamente.
Fantasia irreal.
Te perdoné una y mil veces que me fallaras, porque en el fondo, pensaba que me querías. O eso es lo que me hiciste sentir con tus palabras, porque tus actos me demostraban una vez tras otra que solamente eras una interesada, que aparecías y desaparecías cuando te daba la real gana y que para tí solamente era una más con la que entretenerte. Una más con la que distraerte de ese absurdo mundo en el que estabas tan metida, donde solamente importaban las apariencias y tu propio ego. Estabas tan absolutamente cegada por tus dramas constantes que te perdiste la realidad, y la realidad esque finges tener la vida perfecta, el trabajo perfecto y la pareja perfecta, y estás a un millón de años luz de tener todo eso, porque con tu actitud estropeas cada cosa buena que llega a tu vida. Eso fue lo que hiciste conmigo, cagarla tantas veces que hasta yo misma me cansé de intentar encajar en tu mundo irreal porque está claro que no puedes ser suficiente para una persona que nunca valoró realmente el
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