Gracias por ser mi trampolín.

Y tal como llegaste a mi vida, desapareciste de ella. Igual que en un determinado momento de mi vida tú fuiste ese apoyo que necesitaba cuando no tenia un circulo social en el que apoyarme, tú te volatilizaste en cuanto encontraste al tuyo propio en el que ya no encajaba yo. La una por la otra, y al final ambas cambiamos (o más bien crecimos porque eramos demasiado jovenes) y dejamos de complementarnos tanto como lo haciamos en un inicio. Es curioso como pareces tener tantas cosas en común con una persona, y de la noche a la mañana dejas de ver esas similitudes y ves a una persona completamente desconocida.
Supongo que yo dejé de necesitarte a ti con el tiempo, y tu hiciste exactamente lo mismo. Aún asi, guardo con cariño muchos recuerdos contigo. Se que las cosas nunca volverán a ser como eran, tampoco quiero. Fuiste una persona temporal, una de tantas. Un trampolin desde el que pude dar el salto a esa nueva vida que necesitaba antes, y que poco a poco fui construyendo desde ahí. Pero aún nos quedaban un montón de experiencias por vivir y de aprendizajes porque no dejabamos de ser dos adolescentes, y por lo que sea el destino quiso llevarnos por aprendizajes distintos.
Aunque ya apenas nos crucemos alguna que otra palabra de vez en cuando y aunque ya ni siquiera coincida con muchos de tu ideales, eres una de esas pocas personas que cuando la recuerdo, sonrío, sabiendo que pertenecen al pasado y ahí se quedarán pero al menos, no es un recuerdo agrio, como lo son la mayoria en mi caso.
Gracias por haber formado parte de mi vida, aunque haya sido breve.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Fantasia irreal.

“Me esfuerzo por olvidarte y sin querer te recuerdo”

Inmune.