2021

 Un año de aventuras sin duda. De emociones buenas y malas, pero sobretodo de emociones intensas. Me he atrevido a vivir como si no hubiera un mañana, a hacer cosas que nunca antes habria sido capaz, he sido valiente y tambien fuerte a ratos. Sentí de más, me abrí de más y acabé dañada, me fui de viaje y lloré más que reí, pero que bonitos los recuerdos que quedan de esa experiencia. Ha habido personas que me han hecho muy feliz durante este año pero sinceramente, prefiero que se quedén atrás y no pasen al 2022. Tambien hay otras que en unos pocos meses me han demostrado que se merecen quedarse en mi vida muchas navidades más. Empecé de 0, reinventé mi vida y creo que ha sido la mejor decisión que he tomado. Porque nada mejor que un cambio radical para volver a ser feliz cuando habias perdido la sonrisa. A veces las locuras son el mejor remedio aunque den miedo en un principio.

Me he cuidado a mi misma más que nunca, y eso me hace estar orgullosa. He aprendido a no volver a permitir que me hagan daño, a valorarme y sobretodo, a buscar ayuda cuando la necesito para salir del pozo de mis pensamientos. He dejado de mover montañas por quien no mueve un grano de arena por mi, y eso me ha hecho alejarme de muchas personas que sobraban en mi vida. Y es que mejor estar mal un tiempo, que vivir amargandote por quien no te merece. 

No se que me depara el 2022, pero por primera vez puedo decir que me voy a enfrentar a el sin miedo.