Dos personas diferentes, un mundo en común.
Te siento tan cerca, pero a la vez tan lejos. Eres el universo para mi, cuando en realidad es casi un universo de distancia lo que nos separa. Pero sabes una cosa? No me importa, en absoluto. La distancia no significa nada, cuando la persona lo significa todo. Ahora entiendo esta frase. Toda la vida leyendola por ahí, sin entender su significado, hasta que te conocí a tí.
Y aunque abrazarte, verte cada dia o hablar contigo cara a cara sea solamente una ilusión, nunca me cansaria de esas conversaciones que tenemos, que surgen de la nada, que me hacen reir a veces, y me hacen reflexionar otras veces. Esas conversaciones que a veces se acaban en un par de mensajes, y a veces son interminables. Conversaciones que me han subido la moral tantas veces y es que aunque suene cursi, un dia sin hablar contigo es un dia sin sonreir. Simplemente el dia que no intercambiamos mensajes, siento que algo falta dentro de mí. como que una pieza se ha perdido en mi interior. tu, cariño, eres esa pieza que siempre completa mi puzzle.
Nunca pensé que pudiera llegar a hacerme adicta de una persona de esta manera, siempre he sido tan introvertida que jamás he conservado demasiado tiempo las amistades y mucho menos si estas viven en la otra punta del país. Pero contigo es diferente. Me he enganchado a tí. Eres como una ilusión, nunca has salido de la pantalla de mi telefono, y sin embargo a veces te siento tan real, como su estuvieras justo a mi lado, hablandome y dandome la mano en los momentos dificiles. Cuando tu lloras, yo lloro, cuando tu sonries, yo sonrio. Estamos conectadas, por un hilo invisible que recorre miles de kilometros hasta llegar a donde estamos. Cada una, en un sitio diferente. Dos personas diferentes, dos mundos totalmente distintos, pero un mismo sentimiento.
A veces no puedo evitar sentir miedo de perderte. Y me siento estupida por pretender conservar algo que nunca me ha pertenecido realmente. Es ese afán por intentar mantenerte a mi lado, el que hace que consiga ponerme de los nervios cuando veo el visto y no me has contestado, o cuando pasa más de un dia seguido sin saber de tí. Porque, que sería de mí, sin esas sonrisas que me sacas, sin esas tonterias que nos contamos, pero que tienen sentido para nosotras? Quien me soportaria cuando ni yo misma lo hago, o cuando me obsesiono con algo y no dejo de hablar de ello cada minuto del dia?
Tu y yo no compartimos nada, pero al mismo tiempo lo compartimos todo. Gustos en común, inseguridades en común. Amistad en común. Y aunque la distancia no sea algo común, nunca voy a dejarte sola, tu telefono nunca va a dejar de vibrar cuando me necesites, y aunque no pueda estar a tu lado y abrazarte, siempre voy a tener ganas de hacerlo, y siempre voy a mantenerme unida a tí porque cariño, tu nunca me has abandonado y me has dado las mejores sonrisas.
Te quiero, Sara.
Y aunque abrazarte, verte cada dia o hablar contigo cara a cara sea solamente una ilusión, nunca me cansaria de esas conversaciones que tenemos, que surgen de la nada, que me hacen reir a veces, y me hacen reflexionar otras veces. Esas conversaciones que a veces se acaban en un par de mensajes, y a veces son interminables. Conversaciones que me han subido la moral tantas veces y es que aunque suene cursi, un dia sin hablar contigo es un dia sin sonreir. Simplemente el dia que no intercambiamos mensajes, siento que algo falta dentro de mí. como que una pieza se ha perdido en mi interior. tu, cariño, eres esa pieza que siempre completa mi puzzle.
Nunca pensé que pudiera llegar a hacerme adicta de una persona de esta manera, siempre he sido tan introvertida que jamás he conservado demasiado tiempo las amistades y mucho menos si estas viven en la otra punta del país. Pero contigo es diferente. Me he enganchado a tí. Eres como una ilusión, nunca has salido de la pantalla de mi telefono, y sin embargo a veces te siento tan real, como su estuvieras justo a mi lado, hablandome y dandome la mano en los momentos dificiles. Cuando tu lloras, yo lloro, cuando tu sonries, yo sonrio. Estamos conectadas, por un hilo invisible que recorre miles de kilometros hasta llegar a donde estamos. Cada una, en un sitio diferente. Dos personas diferentes, dos mundos totalmente distintos, pero un mismo sentimiento.
A veces no puedo evitar sentir miedo de perderte. Y me siento estupida por pretender conservar algo que nunca me ha pertenecido realmente. Es ese afán por intentar mantenerte a mi lado, el que hace que consiga ponerme de los nervios cuando veo el visto y no me has contestado, o cuando pasa más de un dia seguido sin saber de tí. Porque, que sería de mí, sin esas sonrisas que me sacas, sin esas tonterias que nos contamos, pero que tienen sentido para nosotras? Quien me soportaria cuando ni yo misma lo hago, o cuando me obsesiono con algo y no dejo de hablar de ello cada minuto del dia?
Tu y yo no compartimos nada, pero al mismo tiempo lo compartimos todo. Gustos en común, inseguridades en común. Amistad en común. Y aunque la distancia no sea algo común, nunca voy a dejarte sola, tu telefono nunca va a dejar de vibrar cuando me necesites, y aunque no pueda estar a tu lado y abrazarte, siempre voy a tener ganas de hacerlo, y siempre voy a mantenerme unida a tí porque cariño, tu nunca me has abandonado y me has dado las mejores sonrisas.
Te quiero, Sara.
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