Adiós 2022

 Hoy le digo adiós a un año que me ha sorprendido para bien y para mal. Que empezó con unas expectativas altísimas pero se encargó de bajarmelas una detrás de la otra. Quizá me hacía falta una lección de realidad, o quizás me quitó a tantas personas de mi vida precisamente porque no las necesitaba tanto como pensaba. Empecé de 0 en una ciudad nueva para intentar encontrar esas amistades que prometen un para siempre y sentirme parte de algo, y terminé perdiendo a todo el mundo y encontrándome conmigo misma. Y es que al final, lo único que permanece eres tú contigo y eso es lo que he aprendido con cada caída que he tenido este año. No necesitaba a nadie más, que a mí misma para cuidarme y protegerme y durante media vida me olvidé de ser feliz para intentar  encajar en una sociedad que no valora a nada ni a nadie más que su propio ego. 2023 va a ser mi momento para valorarme por encima de todo el mundo, poner mi paz mental como prioridad y no dejar entrar a nadie más que dañe más mi corazón que ya está hecho pedazos. A partir de ahora, si quieres estar en mi vida, o aportas o te apartas. Ya no me valen medias tintas.