Juguete roto.

 Supongo que en tus principios no entraba el luchar por las personas, pero entonces no entiendo porque te aferraste tanto a mi para luego soltarme al primer problema. Llegué a creer que tu amistad era verdadera porque no me hacia falta ni llamarte pidiendo ayuda para que acudieras, tú siempre estabas ahí cuando todo lo demás se nublaba, pero con el tiempo me di cuenta que quizá no fueran actos de amor, si no interés propio y egoísta. Para tener una vía de escape a tus propios problemas, con tal de tener un mono de feria que te distrajese de tu triste vida por un momento. Fui tu juguete favorito durante un tiempo, hasta que te cansaste y me dejaste olvidada de nuevo en la caja porque te diste cuenta que ya no podías seguir acoplándote en mi vida a tu antojo y sin pensar ni un poquito en que yo también necesitaba mi espacio. En cuanto dejé de ser complaciente, empezaron las quejas. fue demasiado para ti tener que adaptarte a alguien que no fueras tú misma. Quizás ahora te eche de menos, pero también necesitaba separarme de ti para darme cuenta de que ocupabas demasiado espacio en mi vida y en mi casa, que te di demasiada libertad para aprovecharte de todo aquello que tanto me había costado conseguir y casi me arrebataste, mi paz mental y mi hogar. Quizá por eso no valoraste nada, porque en ese momento ni yo misma lo valoraba. Me gustaba la compañía pero hay veces que la soledad es mejor que ser amiga del diablo. Porque tanto que vas de angelito por la vida, pero cariño, te faltan las alas. Y menos mal que me di cuenta a tiempo, porque pensaba que me estabas haciendo volar cuando lo único que hacia era estamparme una y otra vez contra el suelo. No hay mayor libertad que mandar a la mierda todo aquello que te hace daño, y yo al soltarte, por fin he conseguido alzar un poco el vuelo. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Fantasia irreal.

“Me esfuerzo por olvidarte y sin querer te recuerdo”

Inmune.