Nosotros no elegimos el amor. El amor nos elige a nosotros.

Estamos empeñados en definir nuestro prototipo de persona perfecta. Exigimos que sea alta, delgada, con ojos azules, pelo largo y con buen estilo. Exigimos que nos cuide, que nos haga sentir especiales, que sea bromista, que sea cariñoso y atento, que sea sincero y bueno con nosotras. Pero nosotros no podemos elegir quien será el amor de nuestra vida. No podemos elegir de quien nos enamoramos. No podemos simplemente mirar a varias personas y de entre ellas elegir cual de todas nos conviene mas, porque asi no es como funciona. Nosotros no elegimos el amor. El amor nos elige a nosotros.
Un dia conoces a una persona, y sin siquiera esperarlo, sin haberlo imaginado, acaba gustandonos mas de lo que deberia. Y es así. Esa es la mecanica del amor. Nos toca sufrir un poco antes de encontrar a la persona que marcará el resto de nuestras vidas, porque si no fuera así no aprenderiamos, no sabiamos nada sobre el amor. El amor no se trata de esperar a que llegue esa persona, de crear historias en nuestra cabeza y de probar mil sapos antes de encontrar el principe. No. No es así. El amor se trata de destino. Y nadie escribe su propio destino. Cada persona nace con el suyo ya escrito y nada ni nadie hará que eso cambie.